LA BANDERA DE PROPORCIONES ÁURICAS

Reproducimos por considerarlo de interés, este interesante artículo en tres entregas sobre la bandera panameña, una razón más para amarla a través de conocer más de ella cada día, y con ello, respetarla.

Haciendo click en la imagen podrá desplegarse en tamaño mayor y poder leer con comodidad.

Artículo hecho por José M. Donado Aguilar entre el 4 y 5 de noviembre de 1998.  

Publicado en el Panamá América.

Primera de 3 páginas de periódico que muestran el artículo en que se considera primera bandera áurica a la panameña. Vienen otras dos imágenes.
Primera de 3 páginas de periódico que muestran el artículo en que se considera primera bandera áurica a la panameña. Vienen otras dos imágenes.
SEGUNDA ENTREGA
SEGUNDA ENTREGA
TERCERA Y ÚLTIMA ENTREGA
TERCERA Y ÚLTIMA ENTREGA

SOBRE LA BANDERA NACIONAL DE PANAMÁ.

¡O Bandera de mi Patria! ([1])

INTRODUCCIÓN

Sabemos los lineamientos generales de cómo se hizo y qué significa la bandera panameña.  Siempre lo hemos visto con un toque de historia y otro de civismo.  Sin embargo, las banderas son objeto de la Vexilología, ciencia desprendida y autónoma de la Heráldica, que tiene sus propias reglas de ver un objeto de esta naturaleza.

Independientemente de lo técnico, adicionalmente se puede hablar desde otros puntos de vista que ayudan, si pudieran unirse todos, a tener una verdadera visión gestáltica de nuestra enseña Patria.   Revisando libros antiguos de enseñanza panameña, vemos que de alguna manera se sigue enseñando lo mismo, pero se ha perdido el aura patriótica y el brillo cultural que poseían las personas de antaño.  Esperamos contribuir un poco con este breve artículo a la cultura panameña.

Abordaremos una faceta de las que existen, sin pretender ser la última palabra dadas las reducidas dimensiones de esta, realmente una aproximación al tema.

Tarjetas postales. Izquierda, de 1903 pero circulada en 1905, con el cantón azul arriba; muestra la bandera izada en la Ciudad de Colón el 5 de noviembre de 1903.  Centro, una alegoría panameña interpretada artísticamente en Alemania por pedido cablegráfico, con estrellas de seis puntas en lugar de cinco.  I. L. y J. L. Maduro hicieron la mayoría de estas tarjetas.  Derecha, hermosa tarjeta repujada de 1906.  Se hicieron básicamente tres modelos; esta presenta la bandera, el escudo y la moneda.

LA BANDERA Y EL ASTA VISTAS TÉCNICAMENTE.

Las banderas, desde la más antigua, han tenido múltiples figuras geométricas simples y hasta completas.  Igualmente, desde un solo color hasta la combinación de varios colores en franjas horizontales, verticales, diagonales y división en cuadrantes con o sin adición de escudos y estrellas o lemas.

En esta ilustración podemos observar parte de la evolución de formas.  Podemos afirmar, salvo el tipo “gonfalón”, que las banderas se diseñaron para estar colocadas en un asta o mástil del que penden y ondean al viento.  La mayoría de las banderas son rectangulares genéricamente hablando, así sean realmente un triángulo o un conjunto de cintas que sobresalen “idealizando la rectangularidad”, y siempre horizontal.

Por supuesto, hay banderas que van más allá de lo nacional y que entran en ámbitos aeronáuticos, meteorológicos, de marcas registradas o para identificar ciertas disciplinas deportivas.

Con el tiempo, la simplificación se ha hecho presente dejando de existir casi cualquier bandera que no sea un rectángulo horizontal o bien un rectángulo casi cuadrado, o el propio cuadrado.  Pero siempre  atada apropiadamente a un asta con un tope, una base y poleas para la driza.

FORMAS BANDERAS 1FORMAS BANDERAS 2

Las amables personas que leen este artículo quedarán ampliamente ilustradas al observar y estudiar la siguiente imagen de una bandera izada correctamente en un asta.  Llama la atención de modo inmediato que hay varias partes para cada objeto.  El asta posee una base, la propia asta que algunos llaman MÁSTIL, la punta, casi universalmente en forma de punta de lanza partesana.  Materiales: madera, o bien completamente metálica.  Pero la bandera también tiene partes.  De arriba hacia abajo corre la Altura.  De izquierda a derecha corre el VUELO.  Si es de un solo color y al centro lleva algo, por regla será un EMBLEMA

Pero también podemos seguir aprendiendo viendo una bandera subdivida con el nombre de cada parte.

  • El rectángulo entero se llama PAÑO.
  • Si lleva franjas, éstas se llaman FAJAS o BANDAS y pueden ser horizontales, diagonales y verticales.
  • Si lleva una división poligonal en alguna parte, se llama CANTÓN.
  • El largo, esto es, la distancia entre el borde izquierdo y el borde derecho, se mide tanto en la parte superior como en la inferior porque hay banderas que tienen divisiones internas superiores distintas a las inferiores, y la medida que se toma es la mitad, sea ésta la mitad vista en vertical, y la mitad vista en horizontal.

PARTES DE BANDERA

De otra parte, el asta, dependiendo su tamaño, ubicación y uso, puede tener especificaciones técnicas inesperadas:

Hay astas para ser llevadas con las manos y el auxilio de un cinturón de cuero a la cintura para cargar el peso y poder llevarla desde vertical a ligeramente inclinada hacia adelante.  La parte que reposa en el cinturón se llama REGATÓN, el asta o mástil propiamente es lo que hay entre el regatón y el guardamanos, que es la sección donde se coloca una o ambas manos para sostener el conjunto.

PARTES DE UN ASTA

La región donde va la bandera es parte de la MOHARRA y se llama CORBATA.  Y el resto de la MOHARRA lleva la medialuna y la cuchilla.   Aquí también se emplea una driza pero corta.  La bandera será lo suficientemente grande para que sea digna, y suficientemente pequeña para que pese a alguna inclinación, no llegue a tocar el piso holgadamente.

¿Qué diremos de las astas en cuanto a su medialuna y cuchilla, a las que usualmente nos referimos como PUNTAS?  Muy sencillo.  Y la imagen nos ayuda mucho.  Lo ideal es una cuchilla alanceada con un borde inferior recto y corto como medialuna.  Pero siempre han existido cuchillas de bola, de bastón y últimamente, del ave que esté en el Escudo Nacional  o bien, el Ave Nacional, que no son lo más clásico ni tradicional.

Tampoco es igual un asta de desfile que una de colocar en oficina, una para colocar en pared exterior de edificios o para ser colocada en una acera.  Cada una tiene especificaciones propias que no explicaremos porque para ello el Decreto 824 de 11 de septiembre de 2012 crea la Comisión Nacional de los Símbolos de la Nación, encargada de hacer docencia especializada en estos aspectos por mandato de la Ley 34 de 1949 según quedara reformada por la Ley 2 de 2012.

Debemos tener claro, eso sí, al menos lo que es un asta básica y la regla del tamaño de la bandera según el tamaño del asta: si la bandera mide de alto 1 metro, el asta deberá medir 6 metros.  O  sea, el asta de piso en exterior siempre será de 6 veces el alto de la bandera.

Izquierda, ejemplo de asta autosostenible para colocar en interiores de edificios.  La punta de la bandera que cuelga debe quedar a más de 20cms del suelo.  Centro, base para colocar en paredes exteriores de edificios, y fijar a ella un asta inclinada.  Derecha, variantes de la cuchilla o punta del asta.

El asta básica tiene base, mástil y punta con ganchos o poleas para la driza con que se ata o iza la bandera.

Un asta básica puede prescindir de su base si se le adiciona un fijador para pared, y entonces se podrá atar o izar desde una ventana justo sobre donde se acopla la base a la pared, y jamás estar de modo horizontal, sino hasta un máximo de 45º de inclinación.

La bandera panameña es un rectángulo horizontal dividido en cuatro cantones, dos blancos, uno rojo y uno azul, con estrellas de estos colores, una azul en un cantón blanco y otra roja en el otro.  Las estrellas son angulares de 5 puntas con una hacia arriba.  Los cantones blanco-estrella azul y azul, son los que van del lado del asta y en ese orden.

Bandera horizontal Bandera vertical

Únicas formas posibles de colocar la bandera panameña.

De modo vertical, arriba quedan a la derecha del observador el cantón azul, y a la derecha el blanco-estrella azul ([2]).

Las banderas de interior, sobre todo de oficinas de alta jerarquía, deben ser hechas de la tela llamada satín, y solicitar garantía que la tela fue tratada con el proceso colores firmes (firm colors).

 

 LA BANDERA PANAMEÑA VISTA MÁS ALLÁ DE TECNICISMOS

En este apartado nos referiremos a la génesis de nuestro pabellón nacional.  Y arranca con el rechazo del Tratado Herrán-Hay por parte del Congreso Colombiano en agosto.  Se organiza una junta de notables pro-separación, los “revolucionarios”, y se intenta ver qué camino es el mejor, y si éste fuera una guerra de liberación, obtener apoyo económico y/o político de Estados Unidos para lograrlo y negociar el tratado rechazado, ahora con Panamá.  De cierto Estados Unidos estaba muy interesado en la obra del Canal, pero obligado por el Tratado Mallarino-Bidlack no intervenía a favor de Panamá.  Los revolucionarios se ven engañados en ese sentido por un ex directivo de la compañía nueva del Canal francés, que les hizo ver que era oficioso gestor por la causa panameña en Washington.

PARTES DE UN ASTA PUNTAS DE ASTAS

Manuel E. Amador T. absorbe la ansiedad y angustia de su padre al encomendársele crear una bandera o hallar a quien la haga, para cuando se anuncie la Separación.  Ésta estaba preparándose para coincidir con la de 1821 pero han de cambiar los planes al arribar dos barcos de guerra colombianos a la ciudad de Colón al anochecer del 2 de noviembre.  ¡Tendrá que hacerse el 3!

Juntas de notables para la Separación de Colombia en 1903.  Izquierda, Panamá: José Agustín Arango, Manuel Amador Guerrero y Federico Boyd. De pie, Nicanor A. De Obarrio, Manuel espinosa B., Carlos Constantino Arosemena, Tomás y Ricardo Arias. Derecha, Colón: sentados, Porfirio Meléndez, Juan Antonio Henríquez; de pie Orondaste L. Martínez, Carlos Clemant  ([3])

La situación que se vivía entonces era muy compleja y tenía varias aristas.  Una, la más evidente, acabar de haber salido de una cruenta, sanguinaria e innecesaria Guerra Civil, llamada Guerra de los 1,000 días.  Esta guerra dejó en bancarrota a Colombia y se calcula que cada familia perdió al menos un miembro.  Los cementerios estaban saturados y había un país desunido y en ruina.

MANUEL E AMADOR

Don Manuel E. Amador T.

Las campañas políticas terminaban en elecciones donde las urnas eran adulteradas y los votos quemados o aumentados según el apetito de los corruptos en el poder.  El engaño era moneda común; el clientelismo político era norma.  La traición no sólo política sino familiar se convirtió en una conducta.

Él se da cuenta que una bandera de franjas no solucionaba nada.  Y agregarle estrellitas por todas partes tampoco simplificaba ideas.  La realidad nacional del momento tenía tres colores: el rojo Liberal, el azul Conservador (ambos origen, objetos y sujetos de las guerras) y el blanco de la paz (anhelada y no vista todavía).  Y una paz basada en la pureza de las ideas y la equidad.  Una paz que pudiera campear sobre lo dividido, uniéndolo como un bálsamo con poder de adhesión poderoso.

Los conservadores y liberales por sí mismos jamás harían una tal unión porque no tenían nada con que garantizarla.

Por ello ([4]) Manuel Encarnación tomó un papel blanco, pequeño, del escritorio de su padre, blanco, y dibuja una cruz.

El primer movimiento que origina la bandera es simbólico: la cruz suma; la cruz promueve encuentro; la cruz es símbolo de redención salvadora.  La cruz cristiana habla de un dolor necesario para días mejores y felices.  La cruz habla de un “hasta aquí” o si se prefiere un “desde aquí”.  La cruz sugiere una encrucijada en donde hay que elegir un nuevo rumbo sin marcha atrás.  La cruz, finalmente, sugiere algo alto para detenerse y mirarlo o de lejos, reconocer una dirección.  Cruz = Faro.  Faro = Luz en la oscuridad.

MANUSCRITO NEGATIVO EQUALIZADO POSITIVO

Como segundo movimiento completa el acuartelamiento para que se note que hay 4 figuras geométricas unidas al centro, con ángulos rectos por todas partes.  Este movimiento también es simbólico.  Los ángulos rectos son fáciles de reproducir, y en estructuras físicas demuestran solidez para mantenerse y sostener.  Ahorran espacio y simplifican la utilización del espacio.  No llevan a engaño

El tercer movimiento fue con un lápiz de tarja bicolor austríaca, rojo puro y azul puro.  Y con un extremo rellenó un rectángulo de azul, y luego de meditarlo, puso en el extremo opuesto el relleno rojo, no paralelos, no contiguos, sino “encontrados” pero en diagonal.  Este nuevo acto simbólico destruye el antagonismo de sobreponer, de anteponer, de deponer, de preceder un cuadro sobre otro. Los opone, los pone en extremos en donde sólo la punta formada por un ángulo recto se toca con la otra.  Este símbolo incorpora la noción de independencia individual pero confluencia armónica.

El cuarto movimiento fue dejar a propósito dos cuadros blancos, también encontrados en diagonal.  El simbolismo nos lleva a percatarnos que para que el rojo y el azul se toquen en la punta, el blanco estará de ambos lados, cubriéndolos a ambos.  La única manera que el rojo llegue al azul es con un blanco al medio, así como la única manera que el azul toque al rojo es con un blanco en el medio.

Reproducción del original manuscrito de la creación de la bandera.  Proviene de una foto a blanco y negro a la que se coloreó en áreas respectivas.

De este modo, con el delicado encuentro de los cuadrantes, se destruye la idea de antagónico del todo, dado que introduce la de complementariedad.  El azul no puede hacer nada sino es acompañado del blanco, y el rojo no puede hacer nada si no es acompañado del blanco, pero el blanco no puede hacer nada si no es flanqueado por el rojo y el azul.  La paz no puede lograrse sin la colaboración de los bandos antagónicos, pero el trabajo de los bandos antagónicos no puede lograrse sin la participación de la paz.

¡Es que eriza la piel semejante equilibrio!  Es, sólo con eso, un símbolo de Justicia bajo principios de uniformidad y universalidad ([5]).

BAUTIZO J M CEDEÑO

BAUTIZO RECUERDO

Pero todavía quedan movimientos.  Manuel E. era una persona muy culta y educada.  Sabía de arte y era conocido por sus dibujos.  Además brillaba como una persona sobria, austera, equilibrada, esforzado.   Anhelaba una lengua única para comunicarse el ser humano.

En un quinto movimiento decidió agregar a los blancos vida propia, un corazón para cada blanco, para que éste dibujo, eminentemente rectilíneo y angular, pudiera “iniciar movimiento”.  Así fue como aparecieron un par de estrellas, una para cada blanco, de las que representan al ser humano, o sea, con cinco puntas angulares, con una ascendente.  Si siguen esta explicación, Manuel Encarnación dotó de humanidad al dibujo al colocar un símbolo del ser humano.  Y a una estrella la enrojeció y la otra fue llenada de azul.

Las estrellas de cinco puntas con una hacia arriba tienen su propio símbolo: señalan el norte, esto es, dan sentido a una tarea.  La punta ascendente es la cabeza del ser humano, las puntas horizontales son los brazos y las que apuntan hacia abajo son las piernas.  Indican al ser humano gobernado por la razón, con manos y piernas listos para moverse en la concretización de un trabajo, y con un gran espacio central para el corazón, con el cual evitar que la razón sea fría y calculadora.

¡Creó un equilibrio perfecto difícilmente visto en obras humanas!  Y aseveramos que las estrellas representan seres humanos en su más alta expresión, la que nos acerca a Dios: la azul simboliza la pureza y la honestidad que  tendrán los ciudadanos y que habrán de normar la vida cívica de la patria; y la roja, la autoridad y la ley que crearán esos mismos ciudadanos y que habrán de imponer el imperio de esas virtudes: pureza y honestidad; autoridad y Ley.

Dos verbos rectores fueron utilizados por Manuel Encarnación en ese par de estrellas: TENER en su conjugación “tendrán” y CREAR en su conjugación “crearán”.  Otro tremendo acierto del ser humano que busca a su Creador.

Izquierda, bautizo de la bandera, uno de los tres cuadros premiados por el Concejo Municipal de Panamá.  Centro, sello postal de 1953 que reproduce otro de los cuadros del concurso referido.  Derecha, recuerdo hecho a mano para el Bautizo de la Bandera el 20 de diciembre de 1903.

El sexto movimiento fue tan trascendental como los demás: entonces ideó el último símbolo: esbozó un asta con lo que su dibujo se convirtió en bandera, y lo dibujó de tal modo que quedaba como una bandera izada, esto es, flamante, viva, autónoma, que señala, que dirige, que cubre, que representa.  Se complementa con dimensiones, indicaciones, le pone punta de lanza partesana en el tope del asta así como una estilización de driza.  Manuel Amador Guerrero, padre de este singular artista, certifica este nacimiento de su puño y letra inscribiendo “Panamá, 1º de Nov de 1903” ([6]).

El séptimo movimiento es el nacimiento de una bandera que es única entre todas las que han existido y existen en la actualidad, como símbolo de un país.  Se realiza comprándose las telas y confeccionándose las dos primeras banderas por parte de valientes mujeres nacidas en las ístmicas tierras.  Doña María Ossa de Amador, esposa de Manuel Amador Guerrero y por tanto, madrastra de Manuel Encarnación, fue comisionada para comprar las telas, y ella junto a su cuñada Angélica, cosen las dos primeras banderas.   Jerónimo Ossa así como su hermana María Ossa de Amador nacieron «De la Ossa», pero por numerosos documentos ológrafos de ellos así como citas en numerosos escritos, y la partida de matrimonio de don Jerónimo, sabemos que ambos emplearon la simplificación de modo usual, por lo que hemos decidido respetar esta particularidad.

MARIA OSA DE AMADOR confeccion bandera

ANGELICA B DE OSSA

Díptico fotográfico.  Arriba.  Izquierda, doña María Ossa de Amador, quien recibió la encomienda de confeccionar las primeras banderas y que además compró las telas de lanilla en La Dalia, A la Ville de Paris y Bazar Francés.  Derecha, doña Angélica Bergamota de Ossa, cuñada de de doña María, quien ayudó a la confección junto a su hija adoptiva.  Abajo, diorama de creación: máquina de coser portátil, y bandera ya cortada y cosida.

Al consultarse la prensa de la época y los escritos que dejaron los próceres así como declaraciones coetáneas de otras personas, vemos que el símbolo desarrollado por Manuel Encarnación, cuando fue atado a un palo y se mostró en romería por las calles, FUE ENTENDIDO POR LA POBLACIÓN. Era un símbolo buscando un pueblo al que representar, y un pueblo buscando ansioso una bandera que los cubriera haciéndolos sentir un solo individuo ([7]).

Nadie lo objetó. Nadie lo criticó, jamás nadie osó decir que se cambiara o se hiciera un concurso para elegir otra.  Por el contrario, fue tal el sentimiento de unión que les hacía hervir en sus seres al mirarla que lo que más lógico que se les pudo ocurrir fue homologarla a algo trascendente y por ello se organizó una ceremonia masiva, imponente, formal, protocolar, para que el día 20 de diciembre de 1903 se bautizara el emblema nacional, y no conforme con ello, que se juramentara por primera vez fidelidad ante ella.

Tal vez nuestras palabras  no alcancen a expresar lo que se describe en su brillante y tal vez hasta ahora oculta realidad.  Así que tenemos que recurrir a otra acción que se realiza décadas después, por parte de una panameña que sentía el corazón latir alocadamente cuando la bandera era izada: Ernestina Sucre, para quien la única solución de demostrar su amor de un modo que los demás pudieran entenderlo, fue creando un juramento personal hacia la bandera.  Ella desafiaba al viento y al espacio cada vez que la bandera quedaba izada, diciendo:

Ernestina Sucre

“¡Bandera panameña!

Juro a Dios y a la Patria

amarte, respetarte y defenderte

como símbolo sagrado de nuestra Nación”.

ERNESTINA SUCRE T, EDUCADORA Y MUCHACHA GUÍA
ERNESTINA SUCRE T, EDUCADORA Y MUCHACHA GUÍA

¡Es que no requiere de ulteriores explicaciones!  Lo más alto que posee el entendimiento humano es la noción Dios, y ciertamente que en segundo, la Patria.  Lo único que el ser humano puede ofrecerle a Dios y a la Patria es precisamente amor, respeto y defensa de sus principios.  La nuestra es una Nación pluricultural y pluriétnica, que fue construida en moral cristiana.  Es por ello que la bandera es elevada con este juramento al rango de símbolo sagrado.

Lo que no deja de sorprender es como este sentimiento unipersonal dio un inesperado giro y trascendió la visión de esta maravillosa mujer, sensibilizando a los Diputados de la Asamblea Nacional, hasta el punto que aprueban una Ley, la 24 del año 1959, que elevó este espontáneo y hermoso juramento al rango de Ley de la República.

La Ley 34 de 1949 según sus reformas por la Ley 2 de 2012 da reposo a la concepción de la bandera honrando la memoria de sus autores por una parte, y garantizando el respeto debido mediante las medidas y control de colores y calidad de tela para poder reproducirla.

Imagen muy valiosa que ayuda a entender de qué manera cómo se diseña y lee una bandera como la panameña. Es como un mapa.  La regla es el rectángulo por todo tiene 16. 4 cada cantón.  Y cada rectángulo tiene la misma proporción que la bandera entera: 1 medida de alto por 1.5 de largo.  Las estrellas deben ocupar el medio de los cantones blancos y una línea imaginaria diagonal debe atravesarlas   Todo debe ser simétrico y encajar como delicadas piezas de un rompecabezas.  La imagen vale para una bandera de 1  X 1.5m pero ampliándola o disminuyéndola sirve para todo tamaño.

ÚLTIMOS COMENTARIOS.

Existen dos entrevistas en periódicos a doña Matilde De la Ossa de Amador sobre la confección de la bandera, y una carta ológrafa de ella al Dr. Ernesto J. Castillero Reyes, donde consta un hecho al parecer no conocido por la ciudadanía, e incluso, por los historiadores y los museógrafos.

Doña María compró suficiente tela para hacer dos banderas de las dimensiones señaladas por su hijastro, o sea, 2.25m de largo por 1.5m de alto (en esa época la dimensión definitiva no se había contemplado), y de más para posibles errores.  Se hicieron la noche del 2 de noviembre, de modo furtivo en la Casa Tangui a un costado de la Planta Eléctrica (detrás de la Iglesia San José).  Mientras se cosían, con lo que sobró de lanilla, María Emilia De la Ossa, futura señora de Prescott, confeccionó una bandera más pequeña, casi cuadrada y no tan delineada como las otras.   Terminada la obra, de modo igualmente furtivo salieron y regresaron a sus respectivos hogares, manteniendo en su poder  doña María las dos banderas “oficiales”.

Una fue entregada el día 3 de noviembre para ser conocida de los panameños y ser izada por primera vez en el Consejo Municipal.  Dicha bandera se sabe que por el uso y paso del tiempo quedó deteriorada y fue incinerada.

La segunda bandera quedó en el apartamento de los Amador, hasta cuando vino de visita el Presidente Theodore Roosevelt, quien al verla, rogó e insistió que se la obsequiaran, hasta que finalmente se le entregó.  Permanece entre las posesiones Roosevelt en Estados Unidos.

Refiere doña María Emilia que la que ella hizo la conservó, y cuando iba en viaje a New York junto con los notables que luego partirían a Washington para la negociación del Tratado del Canal, estaba en una de sus maletas.  Habiendo escuchado que cuando una persona de rango diplomático viaja en un barco, en su honor se iza su bandera a la entrada del puerto de destino.  Así fue como extrajo su pequeña bandera (tal vez no más grande de 0.80 X 0.50cms) y con la debida explicación, la entregó al capitán del USS City of Washington.  Luego, ya casada con H. D. Prescott, se la obsequió.  Y éste a su vez, en un viaje por New York, permitió que la exhibieran en una vitrina del negocio Siegel & Coopers, y posteriormente la donó a un museo de dicha ciudad ([8]).

Si hemos entendido la lectura de los tres párrafos que anteceden podemos llegar a las siguientes conclusiones:

  • En tierra panameña no existe ninguna de las dos primeras banderas, una por haberse destruido y la otra por estar en Estados Unidos.
  • Que lo que hay en vitrinas del Museo de Historia, no son las primeras banderas hechas por Doña María, pero sí de las primeras que se empezaron a hacer luego de aquellas.  De hecho en una vitrina se observa claramente que la bandera con la máquina de coser está al revés, no siendo de las que originalmente se veían asi.
  • La foto muestra una bandera común, de luego del 10 de noviembre de 1903, cuando ya el cuadro blanco-estrella azul estaba arriba. En este caso, se colocó al revés para simular la primera bandera, pero las estrellas nos indican que fue colocada exprofeso.
    La foto muestra una bandera común, de luego del 10 de noviembre de 1903, cuando ya el cuadro blanco-estrella azul estaba arriba. En este caso, se colocó al revés para simular la primera bandera, pero las estrellas nos indican que fue colocada exprofeso.

MEDIDAS PROPORCIONES Y COLORES

DOÑA MARÍA EMILIA OSSA
Si nos atenemos a la declaración de la señora Ossa de Prescott, la primera vez que se empleó una bandera panameña fuera del país y de modo oficial según la costumbre marítima, fue la pequeña que ella confeccionó, y antes del 18 de noviembre.  Por tanto, cuando aún tenía el cantón azul arriba.
  • Que lo que puede haber sido sustraído del Museo de Historia en la invasión de 1989 fue una de las mencionadas banderas hechas posteriormente al 2 de noviembre de 1903, que presentan la cualidad de tener el cantón azul arriba.
  • Que habría que corregir lo conducente en los libros de texto escolar y de Historia de Panamá, colocando los datos que ya han sido investigados y comprobados por la Comisión Nacional de los Símbolos de la Nación.

CONCLUSIÓN

Por su proporción y división interna, así como el significado de cada parte, se considera a la bandera panameña la primera bandera áurica, o sea, con visión y dimensiones ideales.  El proceso para llegar a ella refleja lo que se vivía en el momento, pero sin quedarse estática sino con visión de futuro, porque la propuesta visual y simbólica de nuestro pabellón nacional es a-temporal.  Útil para el momento, y  útil para lo por venir.

Primera de 3 páginas de periódico que muestran el artículo en que se considera primera bandera áurica a la panameña. Vienen otras dos imágenes.
Primera de 3 páginas de periódico que muestran el artículo en que se considera primera bandera áurica a la panameña. Vienen otras dos imágenes.

LEVIATAN 2

LEVIATAN 3

Igualmente sabemos que las banderas son objeto de estudio de la Vexilología.  Y la vexilología es una disciplina auxiliar de la historia, cuyo cometido es estudiar las banderas, pendones, estandartes u objetos afines en todas sus facetas: origen, tipología, significado, descripción, usos, etc. El nombre, creado en 1957 por Whitney Smith, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Boston, procede de la palabra latina “vexillum”, un tipo de estandarte usado por el ejército romano ([9]).

Sabemos quién fue su autor tanto intelectual como artístico, y quiénes participaron en su confección física.  También hemos refrescado y aprehendido lo relativo a su significado histórico, artístico y simbólico.

Es nuestro sincero deseo que al concluir de leer estas líneas, sus lectores queden inflamados de respeto, admiración y amor por su bandera, y que nazca un espíritu investigador que coadyuve a perpetuar este conocimiento.  Pero sobre todo, que la empleen de la manera correcta.  Esto es, que tenga una proporción de 1 medida de alto por 1.5 de largo; que el azul sea azul marino y el rojo, rojo profundo.  Las estrellas angulares.


[1] AMADOR T., Manuel E.: Fundamentos del Panamane, lengua universal.  Panamá, 1926.  “O drapote da my Konter!”, título de una poesía inserta en el texto.

[2] BERRÍO-LEMM, Vladimir: Panamá: tierra, gente, legado… centenario.  Aproximación a las raíces del hombre panameño.   Tomo IV.  Ediciones del Istmo, Panamá, 2003.  Páginas 593-602.

[3] http://www.latinol.com/revista/articulo.asp?raid=6857 y

http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/agosto2003/raro.htm

[4] CASTILLERO R., Ernesto J.: Historia de los Símbolos de la Patria Panameña. Editora de la Nación, Panamá.  2012

CASTILLERO R., Ernesto J.: La bandera panameña: el mito y la historia sobre su creación y confección. Editorial Portobelo – Pequeño Formato, Panamá, 1997.

[5] DONADO AGUILAR, José M.: “Leviatán y la Bandera de Oro: génesis de la bandera panameña». El PANAMÁ AMÉRICA, 4 de noviembre de 1998, páginas D1 y D2.  Y 5 de noviembre  D-2, planas completas.

[6] LA PRENSA, Suplemento Vístete de Patria. 28 de noviembre de 1990.

SUPLEMENTO MEDUCA, noviembre 2001. La Prensa. 6 de octubre de 2010.   “Símbolos de la Nación”.

[7] AMADOR, Manuel Encarnación.  “La Génesis del Emblema Nacional Panameño”. Revista Lotería. 1946. N° 65. P. 24

[8] CASTILLERO R., Ernesto J.: La bandera panameña: el mito y la historia sobre su creación y confección. Editorial Portobelo – Pequeño Formato, Panamá, 1997.

[9] http://escudosybanderas.burgos.es/introduccion/la-vexilologia

SOBRE EL HIMNO DE LA REPÚBLICA DE PANAMÁ

Vivimos un momento histórico a futuro desde que el legislador patrio aprobó por unanimidad reformar integralmente la Ley 34 de 1949, por la cual se regula todo lo relacionado a la Bandera, el Escudo y el Himno Nacional. Y lo hizo a través de la Ley 2 de 2012, que incluye vocabulario técnico, ampliación simbólica, y contenido a ser desarrollado. Crea esta Ley la Comisión Nacional de los Símbolos de la Nación, para velar por su cumplimiento y ejecución con una principal misión docente, mediante el Decreto Ejecutivo 824 de 11 de septiembre de 2013.

Gracias a esta nueva legislación los panameños pueden apropiarse de modo correcto del conocimiento, del uso y la reproducción de sus símbolos, con mayor libertad que en el pasado, pero siempre buscando mantener orden en las diversas actuaciones.

El Himno Nacional presenta una condición muy especial no sólo por ser obra de dos mentes distintas, sino porque en su versión musical es varios años anterior a su adopción oficial.  Y en tanto que letra, la misma sufrió al menos dos modificaciones desde su plasmación poética original hasta complementar la composición musical como la conocemos hoy día.

Esperamos que esta aproximación pueda ser útil para ilustrar conocimientos adquiridos y tal vez olvidados, así como para aprehender el fruto de las más recientes y profundas investigaciones.

EL HIMNO VISTO TÉCNICAMENTE.

El nuestro, como los demás himnos del mundo ([1]), es una composición doble, formada por la creación poética de una persona, y la composición musical de otra.  La primera se rige por las reglas de la poética en cuanto a métrica y rima.  La segunda de acuerdo a las reglas de composición e instrumentación.

A través de los años se ha logrado fijar tres formas básicas de interpretar, reproducir un himno, en todo el mundo.

La partitura para piano y una voz, que es la partitura básica oficial, y la manera en que en muchos colegios se interpreta el día cívico.

La partitura para banda de instrumentos de viento y percusión, usualmente no cantada pero sin impedimento para hacerlo.  Esta tiene dos versiones.  La partitura del Director, que contempla la totalidad de instrumentos involucrados (corneta, trompeta, saxofón, fagot, clarinete, flauta traversa, flauta dulce, piccolo, flautines, cornos, trombones, timbales, bombos, platillos) y la familia que cada instrumento posee (clarinete es el género, pero lo hay tenor, bajo y barítono).  Los instrumentos de viento serán de metal y de madera.  Los percusivos regularmente pertenecen al grupo de los vibrafónicos-membranófonos, esto es, por golpe o toque en un parche piel que se afina. Hoy día los parches son sintéticos en su mayoría.  El conjunto sonoro siempre debe ser claro para identificar la melodía y balanceado para apreciar la riqueza de instrumentos.

Y las partituras para cada instrumento, que se llaman particellas.   Su ejecución sería óptima en lugares apropiados cerrados, pero se puede escuchar perfectamente al aire libre.  El volumen logrado regularmente impide escuchar a las personas cantando a menos que la banda esté de un lado y el público de otro.

Disposición básica de una banda de instrumentos de viento y percusión. El número de instrumentos determinará su riqueza y volumen.
Disposición básica de una banda de instrumentos de viento y percusión. El número de instrumentos determinará su riqueza y volumen.

Y la partitura para orquesta sinfónica.  La orquestación sinfónica, además de los instrumentos de viento y percusión, involucra los de cuerda frotada y percutida así como otros percusivos (violín primero, violín segundo, viola, violoncelo, bajo, contrabajo, campanas, campanas tubulares, castañuelas, cascabeles, pandereta, batería percusiva, piano, arpa).

Disposición de una Orquesta Sinfónica. Los sonidos deben estar balanceados pero hay la tendencia que la mayoría sean de cuerda frotada.
Disposición de una Orquesta Sinfónica. Los sonidos deben estar balanceados pero hay la tendencia que la mayoría sean de cuerda frotada.

En ésta, la melodía no es llevada por una corneta sino por el primer violín.  También posee partitura de Director y particellas.  Usualmente esta interpretación se reserva para alto protocolo y debe reunir ciertas condiciones el sitio donde se ejecute.  Regularmente su volumen no permite escuchar a un público cantante, pero sí a un coro de voces que esté balanceado respecto del tamaño de la orquesta.  Una orquesta sinfónica se mide por la riqueza de cuerdas, y aparte de los 60 instrumentos de la banda, puede llegar a más de 120 músicos.

Las tres formas descritas se señalan como las VERSIONES OFICIALES, aunque en el caso panameño, por Ley, la versión oficial es la que interpreta la Banda Republicana.  Luego, tanto la de piano como la de orquesta si bien suenen algo distintas, deben seguir el patrón conductual de la banda.

La Banda Republicana es la encargada de la ejecución protocolar usual del Himno Nacional en Panamá, y tienen el derecho de vestir uniforme blanco con botonadura dorada y lira dorada en el quepis.

Banda Republicana hacia 1930.
Banda Republicana hacia 1930.
BANDA REPUBLICANA HOY.
BANDA REPUBLICANA HOY.

El “aire” o personalidad de la composición es MARCIAL, y sus compases se basan en un tiempo de 4 cuartos.

JOSE CAJAR C

El Himno, si va en un acto, debe ser lo último que se interprete y nada más debe hacerse luego del mismo.  Nunca se aplaude a su conclusión.   Si el Presidente de la República interviene en el acto, a su entrada se interpreta Saludos al Presidente, composición creada por el Maestro José Cajar Castillón.

ANTONIO GARCIA DE PAREDES

De paso, el Himno y Saludos al Presidente, no son las composiciones que se interpretan al izar o arriar la bandera en solitario o en un acto patriótico, sino la composición creada por el Maestro Antonio García de Paredes, llamada Honores al Pabellón.

Caso de requerirse hacer grabaciones, hoy día hay equipo para diferenciar hasta 42 canales digitales, pudiendo además emplearse en el sitio de la grabación barreras acústicas para que los micrófonos no recojan sonidos de los vecinos.

EL HIMNO MÁS ALLÁ DE TECNICISMOS: SU HISTORIA

Bastante distinto a los símbolos que le preceden, es sin embargo, su igual.  No obstante, su historia es un poco movida.

El Secretario de Educación, José Agustín Torres, quien vivía en el Istmo hacia 1897, escribió una poesía ([2]).  La llamó Himno a Bolívar porque en su interior la escuchaba cantada.  No obstante, él no era músico.  Y pensando en un músico nuevo, novedoso, foráneo, venido de la Madre Patria España desde 1889, como era Santos Jorge Amatriaim, lo contactó para que le diera una música apropiada.

Jorge, con el poema en mano, compuso para piano la música.  La partitura con la letra todavía existe en el Museo de Historia.  Sin embargo, a la composición musical su autor le llamó Himno Istmeño.

Como fue toda una novedad, se eligió el 20 de julio de 1897 para estrenarlo, teniendo como marco selecto la velada que para tal efecto se organizó en el Colegio de la Fe.

Himno a Bolívar

Letra: Juan Agustín Torres, 1897

Coro

Del Istmo el Acta Santa
Bolívar admiró;
incruenta fue la lucha
que al pueblo redimió.

Estrofa 1

¡Oh sol brillante y puro
que alumbras refulgente
del Istmo la esplendente
sublime libertad.

Coro

 Estrofa 2

Por ti palpito puro
el pecho entusiasmado
¡Oh! gloria del pasado
Oh pléyade inmortal.

Coro

Partitura original de Santos Jorge del Himno Istmeño, 1897.
Partitura original de Santos Jorge del Himno Istmeño, 1897.

Tal vez por muerte o partida de Torres, tal vez por la Guerra de los 1,000 días, este himno dejó de interpretarse y quedó encajonado entre las pertenencias de Jorge, interpretado ocasionalmente en piano.  Pero número plural de personas lo escuchó y lo recordaba.  Es el período de himno en latencia o reposo.  Por considerarlo meritorio, se reproduce la partitura piano-voz de aquel himno efímero, que aparece titulado HIMNO ISTMEÑO

Partitura parte de la colección del Museo de Historia de Panamá.  Un pianista podrá leerla e interpretarla para ver las similitudes y arreglos que hubo de hacerse para que se escuche como el himno actual.

DON SANTOS JORGE CON EL UNIFORME DE DIRECTOR DE LA BANDA REPUBLICANA
DON SANTOS JORGE CON EL UNIFORME DE DIRECTOR DE LA BANDA REPUBLICANA

Pese a ser español de nacimiento, igual que ha ocurrido a otros grandes prohombres panameños, Jorge se sentía de aquí. Y le dolía mucho que cuando empezaron a presentar credenciales los embajadores de los países que reconocieron a la República de Panamá, NO HABÍA HIMNO PANAMEÑO.  Y lo peor, que no veía interés por parte de los ciudadanos ni de las autoridades por hacer un concurso para elegir un himno.  El colmo fue cuando en una presentación de credenciales, por el llamado terror vacui, esto es, la vergüenza de no tener un himno, se tomó la libertad de interpretar una parte de una opereta que tenía fama internacional: la Marcha de Hiawatha, del compositor Samuel Coleridge-Taylor, y cuya versión coral tiene letra de Henry W. Longfellow  Fue bien recibida pero sin mayores manifestaciones de júbilo.

AUTORES DE LA CANCIÓN DE HIWATHA
AUTORES DE LA CANCIÓN DE HIWATHA
Una de las hojas de música de la obra.
Una de las hojas de música de la obra.

Ya vivíamos en el año 1904.  Para la siguiente oportunidad que se presentaron credenciales ocurrió algo inesperado.  El Maestro Jorge había rescatado la partitura del Himno a Bolívar, y lo instrumentó para banda de percusión y viento llamándole Himno Patriótico Istmeño.  Y luego de interpretar el himno en honor al nuevo Embajador, llamó la atención de los presentes que iban a empezar a disgregarse tocando con su batuta el atril, y empezó la interpretación de su composición.  Al concluir, los panameños sonrieron y aplaudieron porque aunque muy distinto, reconocieron la vieja composición.  Lo acontecido tomó alas y se esparció como rumor urbano.

DON SANTOS JORGE AMATRIAIM. GRABADO EN ACERO DE UN SELLO POSTAL.
DON SANTOS JORGE AMATRIAIM. GRABADO EN ACERO DE UN SELLO POSTAL.

Regresando el calendario a 1904, hizo aparición una revista llamada El Heraldo del Istmo.  Sólo se editó un par de años.   Era una ventana para los talentos literarios y articulistas de la nueva República.  Allí escribía lo más selecto de la ciudadanía.  Y en tres ejemplares se puede ver la evolución de la poesía que devino en letra del himno.

Tal vez sin pensarlo, el Maestro Roberto Lewis, creador de los murales de paredes y techo del Palacio de las Garzas, diseñó dos rosetones en el plafón del Salón Amarillo. Uno de ellos presenta a una matrona con gorro frigio (Panamá) que lleva en una mano un hachón (justicia) y en la otra una rama de olivo (paz, triunfo) y sobre su regazo una cinta que un angelón lee: “Alcanzamos por fin la victoria…”  Es la representación artística del Himno.  También existe en forma de medalla tipo condecoración en altos y bajos relieves.

En efecto, en el número 1 de enero de 1904 aparece en la página 9 bajo la firma de Jerónimo Ossa un poema que titula “Himno Istmeño”.  Posteriormente, en el número de septiembre de 1904, aparece la misma letra incorporada a una partitura de Santos Jorge, que con ligeras

variantes, vuelven a aparecer en el número de 28 de noviembre de 1905.  Jerónimo Ossa así como su hermana María Ossa de Amador nacieron «De la Ossa», pero por numerosos documentos ológrafos de ellos así como citas en numerosos escritos, y la partida de matrimonio de don Jerónimo, sabemos que ambos emplearon la simplificación de modo usual, por lo que hemos decidido respetar esta particularidad.

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Pero, si bien la música puede producir arranques sentimentales, no es una obra escrita.  De modo que es lo que está escrito lo que se lee e interioriza ocasionando diversas reacciones.  Ossa, habiendo nacido en Panamá, tuvo la oportunidad de viajar y conocer otras tierras, especialmente Chile, donde estudió Ingeniería destacándose en las matemáticas.

DON JERÓNIMO OSSA ESCOBAR. FOTO CERCANA A LA SEPARACIÓN DE 1903
DON JERÓNIMO OSSA ESCOBAR. FOTO CERCANA A LA SEPARACIÓN DE 1903

Allí también aprendió dentro de la cultura universitaria, ideas que provenían de Europa sobre críticas al liberalismo y al capitalismo.  No vivió pero sí estudió sobre la Guerra del Pacífico y de las rencillas internas chilenas a las que hubo de incorporar lo que pudo ver y aprender de las guerras civiles colombianas que se dejaron sentir en el Istmo.

Aprendió que las familias se desgarran por el divisionismo político ideológico; que el pueblo no siempre estaba debidamente representado en la cúpula de gobierno en los distintos países; que los cementerios estaban llenos de personas inocentes asesinadas en actos de guerra civil ocasionada por las divisiones y odios políticos y la demagogia llevada al extremo.   Eso sin olvidar que indistinto de su belleza natural y su barniz cultural, Chile ya era en esa época un país difícil, cuya rúbrica consta en el lema de su Escudo de Armas: “por la razón o la fuerza”.  Sobran explicaciones adicionales.

Ese Jerónimo Ossa, que legalmente eliminó el “de la” Ossa original, inteligente, sensible, algo revolucionario, es quien observa los acontecimientos de 1903 hasta su consumación.  Es quien ve el luto y el llanto que existe en el Istmo.

Es este hombre quien toma símbolos del cristianismo transformándolos en metáforas poéticas con una pizca de sublevación.  Igualmente desarrolla en poesía pura la todavía no enteramente definida función de tránsito y de servicio del Istmo.  La letra que se escribió originalmente sufrió un par de ligeras modificaciones, que hemos decidido incorporar como un solo escrito.

Sexto movimiento: leamos.

HIMNO PATRIÓTICO

Autor: Jerónimo Ossa

Alcanzamos por fin la victoria
en el campo feliz de la unión;
con CAMBIANTES fulgores de gloria
se ilumina la nueva nación.

Es preciso cubrir con un velo
del pasado el calvario y la cruz;
y que adorne el azul de tu cielo
de concordia la espléndida luz.

El progreso acaricia tus lares
al compás de PATRIOTA canción
Y TE BESAN LOS PIES LOS DOS MARES
que dan rumbo a tu noble misión.

En tu suelo SEMBRADO de flores
a los besos del tibio terral
YA NO PUEDEN VIVIR LOS SEÑORES,
¡sólo reina el amor fraternal!

¡Adelante la pica y la pala!
ADELANTE sin más dilación
¡SOLO ASI FORMAREMOS LA SALA
de este mundo feraz de Colón!

Vemos que es una composición poética en que los versos tienen casi todos 10 sílabas y alguno 11.  Es de corte clásico en el sentido que el primer verso rima con el tercero y el segundo con el cuarto.  Es una declaración de principios con una introducción y cuatro desarrollos.

La introducción alude a que lo obtenido el 3 de noviembre de 1903 al atardecer, fue obra de todos (alcanzamos) y que lo que se obtuvo fue un triunfo (victoria) dado que las diferencias se depusieron por una unidad de criterio (en el campo feliz de la unión) y que con ello se obtuvo como resultado el nacimiento de una nueva Nación.

Las estrofas de desarrollo tienen un programa que tal vez ni su propio autor fue consciente de lo que hacía.  Esas son cosas comunes en los poetas que luego nos asombran con su genio.

Para los cristianos, la historia de la salvación inaugura una nueva economía salvífica con el sacrificio voluntario de Jesús.  La pasión de Jesús es una sinfonía de dolor aceptado para poder producir un pasaporte que permitiera al hombre llegar a Dios empleando a Jesús como único puente.  La pasión alcanza su clímax en la crucifixión.  En ella se destacan dos elementos.  La cruz que hasta ese momento fue señal de ignominia y castigo, y donde ésta se colocaba, una loma llamada Gólgota o Calavera, que los romanos traducían como Calvarius.

Entonces, tomando la parte negativa de la Pasión, esto es, el sufrimiento cargado a cuestas por un inocente, un justo, lo traslada a la realidad del justo pueblo panameño, inocente de la insidia y vorágine política de Colombia, y que sin consulta y en su contra, fue obligado a sufrir la tragedia allende del Atrato, siendo colocado en un calvario (en este caso, un sitio prominente pero solitario, sin nada alrededor) donde recibió humillaciones, maltratos, ofensas, disminuciones y agravios como Jesús recibió los clavos para ser fijado en la cruz.  La cruz panameña es y seguirá siendo su destino de tierra de tránsito y plataforma logística inocente.  Y teniéndola como esperanza, desde tiempos coloniales hasta enero de 1964, el pueblo panameño inocente ha sido varias veces clavado a su cruz en la desolación de su indefensión en un nuevo Gólgota.

Un pintor y un poeta son los únicos que pueden emplear algo que para los no poetas ni artistas significa sólo una cosa, y transformarlo en multiplicidad de derivaciones.  Tal la primera estrofa de su poema.

Por ello, la construcción requiere primero de una acción: cubrir con el velo del entendimiento y la tolerancia, aquel pasado representado por una cruz injusta en un injusto calvario.  Afirmamos lo anterior porque desde antaño ha habido personas que han calificado esta estrofa de corte anti cristiano, cuando en realidad no lo es.

Es más, de alguna manera Ossa transmutó la ruda metáfora volviéndola casi beatífica cuando afirma que la luz de la concordia será la que ilumine en adelante el cielo luego de dejar atrás aquel pasado doloroso.  Igual que la cruz, que pasó a ser símbolo de redención.

En otro proceso constructivo, Ossa trae lo greco-romano en la segunda estrofa.  Los Lares son los dioses del hogar, usualmente, la memoria de los familiares ya idos.  Entrar a una casa era trasponer los dominios públicos al dominio de los lares hogareños.   De allí que lares se asume poéticamente para evitar tecnicismos nada hermosos como decir límites, linderos o fronteras.  Cuando Ossa dice que el Progreso acaricia, se refiere a los intentos habidos y por haber para perfeccionar la función de tránsito y servicio del Istmo (Ferrocarril, cable telegráfico-telefónico, Canal Interoceánico y la promesa de un nuevo canal).  Agregar “tus lares” indica que es por aquí, dentro de los límites del Istmo, que esa caricia se llevará a cabo.  En ese momento no había Himno, pero Ossa imagina que una patriótica canción presidirá ese progreso, indicando que es del mar de donde vendrá el mismo, pues desde antiguo es el que ha dado norte, dirección, a la misión transitista y logística de Panamá.   Una imagen literaria muy bien lograda.

Esta es la partitura más antigua conocida del Himno Nacional, y reposaba hasta hace unos años en la colección del Museo de Historia.  Era acompañada por la vara de dirección que los miembros de la Banda Republicana obsequiaron a Santos Jorge, confeccionada con casquillos de bala soldados.  Por la riqueza de “acordes”, puede inferirse que al menos se pueden obtener los registros para 7 instrumentos.  Luego de su préstamo para varias exposiciones, no ha vuelto a ser parte del inventario de activos museables.

El toque revolucionario de Ossa se manifiesta en la construcción de la tercera estrofa.  Una tierra que se ve llena de flores indica varias cosas.  Por un lado la naturaleza ubérrima del suelo.  Por otro, un suelo llano, una llanura, donde por más ondulaciones que pueda haber, nada puede ocultarse a la vista ni a la brisa que roza desde el cielo a la tierra, entibiándose.  A este viento siempre se aludirá, en Panamá.  Es el viento venido del norte que desciende por las laderas de las cordilleras y toca tierra, entibiándose, hasta alcanzar al Pacífico, a veces acompañado de truenos y lluvias.  Este viento franco, el Terral, no halla obstáculos a su paso.

La composición “ya no pueden vivir los señores” alude tanto al pasado colonial cuando éramos españoles, como al pasado departamental, cuando fuimos colombianos.  En ambos casos, “señores”, o sea, amos, patrones ajenos, vivían del Istmo succionando su pacífica riqueza.  Y esta composición modifica los dos versos anteriores haciendo un giro en el concepto.  El terral viene a ser entonces la voluntad soberana del pueblo, las flores en el suelo, en donde suelo viene a ser Patria.  Sin señores, la voluntad popular se hace realidad lográndose de un modo sencillo y hasta ingenuo que reine el amor entre hermanos, entre prójimos.

Si hemos dejado atrás las guerras, si definimos una misión geo-estratégica, si ya nadie nos gobierna excepto un Estado que ejerce el poder por voluntad del pueblo, toca la hora de relucir al trabajo en varias manifestaciones; trabajar sin demora ni interrupciones.  Pero un trabajo milagroso, no el mero hecho de tomar herramientas y ejercer un oficio.  Es una propuesta, es una invitación, es casi un reto al infinito, que tal vez los que vivimos hoy podamos entender más que el propio Ossa.  Un trabajo que rinde frutos milagrosos que nos transforma de año en año ante la admiración internacional.

Tal vez por su estancia en Chile y otros viajes, para Ossa había una Sala hipotética.  Esta sala tenía en común el Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón, o sea, América.  Esa sala estaba compuesta por las diversas nacionalidades que habían reclamado y estaban ejerciendo su independencia y soberanía.  Y dentro de esa sala había una sombra donde debería haber figurado desde 1821 el nombre PANAMÁ.   Luego, con la revuelta del 3 de noviembre de 1903, mediante la cual Panamá cesa la soberanía delegada a Colombia, tomándola en sus manos para iniciar vida independiente, era lo que nos hacía falta para formar, o más bien, terminar de dar forma al concierto de naciones americanas.

DON JERÓNIMO OSSA EN TIEMPOS DE LA CONFECCIÓN DEL HIMNO.
DON JERÓNIMO OSSA EN TIEMPOS DE LA CONFECCIÓN DEL HIMNO.

Este fue el himno prístino.

Veamos ahora la letra del himno como lo conocemos hoy día.

 

Himno Nacional de la República de Panamá

Autor: Jerónimo Ossa

CORO
Alcanzamos por fin la victoria
En el campo feliz de la unión;
Con ardientes fulgores de gloria
Se ilumina la nueva nación.

Estrofa 1.
Es preciso cubrir con un velo
Del pasado el calvario y la cruz;
Y que adorne el azul de tu cielo
De concordia la espléndida luz.

Estrofa 2.

El progreso acaricia tus lares.
Al compás de sublime canción,
Ves rugir a tus pies ambos mares
Quedan rumbo a tu noble misión.

CORO

Estrofa 3.

En tu suelo cubierto de flores
A los besos del tibio terral,
Terminaron guerreros fragores;
Sólo reina el amor fraternal.

Estrofa 4.

Adelante la pica y la pala,
Al trabajo sin más dilación,
Y seremos así prez y gala
De este mundo feraz de Colón.

CORO

Como vemos, las pequeñas modificaciones hicieron ganar poéticamente a la composición. La hacen más ligera aunque más completa.

Rara y exigua medalla conmemorativa, realizada como pendiente de condecoración con cinta ancha, que se otorgó en 1953 con motivo del Cincuentenario de la Fundación de la República.  Detalle: en el anverso tiene los relieves de la Junta de Gobierno Provisional, y en el reverso, reproduce el medallón de Roberto Lewis que representa el Himno.

ALEGORÍA DEL HIMNO EN FORMA DE MEDALLA DE COLLAR DE ALTOS Y BAJOS RELIEVES, 1953
ALEGORÍA DEL HIMNO EN FORMA DE MEDALLA DE COLLAR DE ALTOS Y BAJOS RELIEVES, 1953

Tiene más sentido que los fulgores sean ARDIENTES que cambiantes.  Una sublime canción se entiende más que una patriota canción porque lo sublime viene del cielo y lo patriota de la pasión humana que trae conflictos a futuro.  ¡Es casi delirante la figura “ves rugir” a la sutil “y te besan los pies”.  En el original era una simple afirmación de lo que se puede ver a diario.  Los mares “besan” la tierra istmeña hace millones de años.  Pero  sólo un poeta puede caminar a una roca mientras el mar cambia el nivel de la marea.  Y si lo hace, realmente verá al mar arrojarse sobre la costa y sobre sí mismo rugiendo.  El poeta traslada la acción del mar a su efecto que es rugir.  Eso trae una modificación adicional pues “a tus pies ambos mares” deja de ser una figura estática para convertirse en un torbellino de olas y espuma con estallidos de sonido.  Es una elegía a la “oceanidad” panameña.  Entonces, es una oda casi bucólica de la tierra ideal.

Por otra parte, cualquier suelo puede estar sembrado de flores.  Pero esto denota una pasividad de la naturaleza frente a una intervención humana: sólo siembra el ser humano.  Modificarlo con otro verbo, CUBIERTO, nos habla del Istmo virgen, que deja ver la potencia de la tierra mediante los frutos representados por las flores, señal de belleza.  Y cambiar un verso entero que indicaba dominio extranjero injusto, fue mejor sustituyéndolo por otro verso que reafirma un compromiso espontáneo y sincero de evitar que cualquiera de las posibles causas de un conflicto se hagan presente.  Por ello “terminaron guerreros fragores”  es una inmejorable imagen que rima con el rugir del mar.  Pero el rugido marino habla del complemento de la misión comercial del Istmo, y los fragores guerreros terminados hablan del fin de una guerra innecesaria.  Desde el momento en que entra en escena la palabra GUERREROS, hablamos de hombres de armas, que cuando ejercen su oficio para bien o para mal, derraman sangre, a veces las de sus propios hermanos.

ALEGORÍA DEL HIMNO. ROBERTO LEWIS. PALACIO DE LAS GARZAS, TECHO DEL SALÓN AMARILLO. 1934.
ALEGORÍA DEL HIMNO. ROBERTO LEWIS. PALACIO DE LAS GARZAS, TECHO DEL SALÓN AMARILLO. 1934.

En lugar de repetir “adelante” como reiteración a la invitación a trabajar, la imagen se redondea de modo perfecto indicando que esa pica y esa pala no están ociosas sino listas para ser tomadas y trabajar con ahínco, sin demora, presto, sin dilación.  Y De la Ossa fue atrevido al permitirse una licencia ([3]).  Olvidando que Panamá era parte de una sala internacional, en donde era esperada, nos coloca, como si aquella sala fuera una corona, en la joya de la corona que hacía falta: “y seremos así prez y gala”, o sea, motivo de orgullo, de decoro, de ornamento especial.

Estas modificaciones poéticas las maduró Ossa en los meses que su himno era conocido.  Y el músico Jorge hizo lo mismo dado que su producción musical no era para cantar una poesía de versos decasílabos sino menores.  Hubo de alargar compases.

Al final, la interpretación del Himno con o sin canto resulta una combinación integral y armoniosa, sobre todo si escuchamos la versión sinfónica.  La música toda implica movimiento y la letra ideales.

Dos ejemplos de la manera tradicional, “clásica”, en que los panameños hemos representado figurativamente el Himno Nacional. Se reproduce la totalidad de la letra y se añade al final sus autores.  Otra manera es que en lugar de la letra, conste la partitura completa para piano y voz.  Lo ideal es que la grafía empleada sea fácil de leer.

Trío de imágenes.  Izquierda, el maestro Santos Jorge A. de uniforme, como Director de la Banda.  Centro, sello postal homenajeando a los autores del Himno en el Cincuentenario de la República en 1953.  Derecha, Ingeniero Jerónimo De la Ossa.

Una de las tres particellas que posee la colección del Museo de Historia, para un solo instrumento.  Panamá no tenía hasta los años 10’s imprentas que pudieran imprimir hojas de música ni partituras editadas.  Por ello Santos Jorge envió a Theodor Neuhaus de Hamburgo, Alemania, su instrumentación para banda para ser publicada en imprenta.  Arriba a la derecha tiene estampado el sello de goma que empleaba a título de firma. Santos Jorge A.

Es de rigor anotar que el Himno Nacional no fue adoptado de manera regular por la legislación panameña.  En efecto, el Maestro Jorge hubo de dirigir memorial a la Asamblea Nacional para que, a cambio del traspaso de derechos de autor, se le reconociera una suma por la autoría y todas las ediciones oficiales y presentaciones así como regalías de derecho de autor desde 1903 hasta 1928 ([4]).

El Himno pasó vicisitudes en cuanto a versiones de interpretación (más rápido o lento) y de adornos musicales inherentes o ficticios.  Fuera de la partitura para banda de Jorge, el maestro Galimany hizo una edición oficial en 1928 que es lo más cercano al himno original.  Luego los maestros Charpentier, Cordero y De Castro hicieron sus propias versiones, incluso sinfónicas.

Pero la Ley 34 de 1949 estatuyó que la versión oficial sería la de la Banda Republicana.  Posteriormente la legislación se adiciona con exhortaciones para recopilar las versiones Piano-voz y Sinfónica a una comisión de notables músico.  Lo importante es que aún sin ser una versión oficial, la interpretación del Himno se ajuste en ritmo, tiempos y espíritu a la obra de Jorge.  En ese sentido, una banda de percusión y xilófonos puede perfectamente interpretar el Himno, siempre que suene “al himno”.  No puede, sin embargo, interpretarse el himno en son de salsa, raegue o cualquier otro ritmo que lo haga variar.  Esto incluye la forma cantada.  El nuestro es himno desde su nacimiento.  No como los himnos de Francia o Estados Unidos, cuyo origen fue una canción popular nacional a la que se elevó a la categoría de himno, con lo cual se le pueden incorporar arreglos de todo tipo.  Y aún así, se intenta no desvirtuar la interpretación clásica.

Una vez la Comisión Nacional de los Símbolos de la Nación ordene imprimir el Manual de los Símbolos, no habrá confusión de cuál es la partitura correcta para interpretar nuestro hermoso Himno.

CONCLUSIÓN

Santos Jorge obsequió a su primer yerno la partitura piano-voz original de 1906.  Éste a su vez la donó en los ‘60s al Museo Nacional, de donde, al crearse el Museo de Historia, nadie puede dar cuenta de la misma, por lo que se da por perdida.  Igual la partitura para director de Banda.  No existe el Himno de referencia.

Hemos hecho un recorrido muy apretado por las distintas facetas que tiene nuestro Himno Nacional.  El máximo de páginas para un artículo de la Revista Lotería impiden ahondar más en el tema.  Pero las ideas principales, ejemplos gráficos y sobre todo, el manejo del tema harán posible que quienes lean estas páginas, entiendan al Himno y no lo vean como algo de los lunes en la mañana, sino casi como un ser vivo con el que nos identificamos cuando lo cantamos, efectivamente, en el acto cívico escolar de los lunes en la mañana, pero también cuando Panamá participa con su Selección Nacional en torneos internacionales de distintas disciplinas deportivas dentro y fuera del país.

Creemos haber despejado si hubiese alguna duda de la cristiandad o anti cristiandad de la obra poética, que emplea imágenes, metáforas, parábolas y giros para dar a entender con palabras las ideas abstractas.

Ojalá y a partir de hoy, desarrollemos interés por conocer más la “cosa patria”, investigando, promoviendo conferencias, pero sobre todo, haciendo docencia.

La interpretación del Himno por la Banda Republicana es la única oficial.  Aquí una foto luego de un concierto en la Plaza de Santa Ana.


[1] Excepción hecha del de España, que sólo cuenta con música.

[2] BERRÍO-LEMM, Vladimir: “Panamá: tierra, gente, legado… centenario. Aproximación a las raíces del hombre panameño”. Ediciones del Istmo, Panamá, 2003. Tomo IV, páginas 593 a 609.

[3] Jerónimo De la Ossa hizo cambio legal de su apellido, reduciéndolo a Ossa. Pero esto aconteció no sólo después de los hechos de noviembre de 1903 sino también después de adoptar a María Angélica y casarse con Angélica Bergamota.  Por ello, y también en el caso de su hermana María, se ha respetado el apellido como era originalmente.  N. del A.

[4] Gaceta oficial 18676